Ema

03/11/2021 Comentarios desactivados en Ema

Ema (Pablo Larraín, 2019)

Ema (Pablo Larraín, 2019) – Cineclub FAS, 2 de noviembre de 2021.

No sé, ni me importa, qué es lo que pretendía Pablo Larraín con esta película. Sólo sé lo que he visto. Y lo que he visto es una comedia de enredo posmoderna. Las bodas de Fígaro o El barbero de Sevilla en clave de comedia negra y posmoderna en la que no falta ni la música, pero en la que el enredador, Fígaro, en este caso la enredadora, es una psicópata. Porque Ema es una psicópata de tomo y lomo, y una pirómana carente de empatía. Si las críticas y los espectadores no ven a Ema como una psicópata es por una sencilla razón: la cultura actual de esta parte del mundo que se autodenomina como “occidente” es una cultura psicópata y de psicópatas narcisistas. Ema no es una mujer libre, aunque parece que es lo que se quiere que creamos. Tampoco es amor, aunque ella misma se defina así, ni siquiera tiene una idea aproximada de lo que es el amor, porque no puede haber amor donde no hay empatía. Si hay algo en esta película, es una absoluta trivialización del amor. En la película se lanzan algunos discursos demasiado explícitos que parece que buscan, por lo grotesco, ridiculizar a quienes los pronuncian. Es el caso de la funcionaria del sistema de adopciones (en dos ocasiones), de Gastón cuando arremete contra el regetón (queda patético) y de la directora del colegio al que acude Ema en busca de trabajo (más patética aún si cabe). Lo que más me ha gustado, ueón…, de la película, es la forma de hablar, ueón…, y el cinismo de la funcionaria de la oficina de adopciones, ueón… Otra cosa: he recordado, con añoranza, en varios momentos, los trolebuses, que todavía hay en Valparaíso, y que hace ya bastantes años que desaparecieron de Bilbao.

El coloquio de después de la peli, salvo alguna honrosa excepción, me pareció bastante insustancial. La moderadora parecía el abogado defensor de Pablo Larraín y de la interpretación canónica de su película.

El olvido que seremos

17/05/2021 Comentarios desactivados en El olvido que seremos

Nunca un título tan hermoso sirvió para encabezar tanta basura. El título de la película es el mismo que el del libro que escribió Héctor Abad Faciolince sobre su padre el médico y profesor colombiano Héctor Abad Gómez. Está sacado de un soneto, atribuido a Jorge Luis Borges, que supuestamente el escritor halló en un bolsillo de la chaqueta de su padre, tras ser éste asesinado por unos paramilitares, en el año 1987, en Medellín.

No he leído el libro, pero quisiera creer que no es la basura en la que se ha convertido al llevarlo a la pantalla por los hermanos Trueba, Fernando como director y David como guionista.

La película es como un anuncio largo… más bien larguísimo. Un anuncio melodramático que despierta emociones que abren el camino hacia los más profundo del subconsciente de los espectadores para llenárselo de basura. Debían de tener prisa por estrenarla, porque la película, entre otras cosas, es una apología de las vacunas que salvan vidas. En un momento de la película, el doctor Abad le inyecta a su hijo, sin pedirle permiso, una vacuna contra la polio diciéndole que poniéndosela a él salvará la vida de miles de niños…

La película es una apología de la bondad, del heroísmo y de la medicina… Los niños pobres no se mueren por culpa de una sociedad injusta sino porque no están vacunados… El protagonista no sólo es un ser de bondad angelical, sino que alcanza la categoría de héroe que va por el mundo regalando piernas ortopédicas y visitando barrios marginales para comprobar por sí mismo lo que todos sabíamos. ¡Qué buenos son los buenos!

La película es para lo que es y para algunas cosas más. Es decir, es una película para ganar dinero. Pero de paso se aprovecha el tirón para llegar a un público amplio necesitado de refuerzos emocionales positivos hacia las vacunas experimentales contra la enfermedad que milagrosamente ha logrado acabar con la gripe en el mundo. Que es una película para ganar dinero no cabe la menor duda. Para empezar, el papel protagonista se le da a un actor taquillero, que no es para nada el más apropiado. ¿Es que no hay actores colombianos para hacer el papel de un colombiano y que sepa hablar como los colombianos? Para contar una historia como la que cuenta la película no hacía falta tanto presupuesto en coches de época, mansiones, complicados rodajes en exteriores, etc… Con mucho menos dinero se podría haber hecho una buena película sobre el doctor Abad Gómez, en lugar de hacer una mala y grotesca caricatura.

Tampoco era necesario que tuviéramos que escuchar el canto del cucu mientras el doctor Abad cultivaba sus rosas en un ambiente idílico, porque en América nunca se oye cantar al cucu. Un bello título nos ha engañado, igual que el cucu cuando pone sus huevos en el nido de otros pájaros.

Ya somos el olvido que seremos. 
El polvo elemental que nos ignora 
y que fue el rojo Adán y que es ahora 
todos los hombres, y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas 
del principio y el término. La caja, 
la obscena corrupción y la mortaja, 
los triunfos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra 
al mágico sonido de su nombre. 
Pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra. 
Bajo el indiferente azul del cielo, 
esta meditación es un consuelo.

JLB

Un mundo maravilloso

30/04/2021 Comentarios desactivados en Un mundo maravilloso

Un mundo maravilloso (Luis Estrada, 2006)

Un mundo maravilloso… es el mundo que nos anuncian los líderes del Foro Económico Mundial, los políticos de izquierda y derecha, los intelectuales de oriente y occidente y hasta el Papa de Roma… este mundo maravilloso es el mundo de la Agenda 2030, es el mundo del «capitalismo inclusivo»…

Una comedia… ¿una comedia? Más bien una tragedia, porque es un retrato del mundo en el que vivimos. Una película que por momentos recuerda a las viejas películas de Charlot o de Cantinflas. Han pasado catorce años desde que se estrenó. Catorce años en los que este nuevo mundo feliz y maravilloso que vemos en la pantalla se ha hecho realidad gracias a la implantación de la «agenda 2030». El nuevo «capitalismo inclusivo» en el que la igualdad social, la democracia, el bien común, son palabras bonitas que sirven para crear campos de concentración y para prohibir la pobreza por decreto ley.

No se puede decir mucho de esta película… Hay que verla. Hasta el final. Sobre todo el final.

La película se puede ver aquí.

Los adioses

03/02/2021 Comentarios desactivados en Los adioses

«Los adioses» (Natalia Beristáin, 2017)

Los adioses

Quisimos aprender la despedida
y rompimos la alianza
que juntaba al amigo con la amiga.
Y alzamos la distancia
entre las amistades divididas.

Para aprender a irnos, caminamos.
Fuimos dejando atrás las colinas, los valles,
los verdeantes prados.
miramos su hermosura
pero no nos quedamos.

Rosario Castellanos

 

Rosario Castellanos, poeta, una mujer que luchó contra los estereotipos de género y por la necesaria liberación de las mujeres del yugo al que están sometidas por el mero hecho de ser mujeres. Esta gran película muestra lo difícil que es, incluso para quienes son conscientes y pretenden luchar por un cambio, escapar de este yugo que ata a las mujeres a un sistema patriarcal en el que siempre son otros los que deciden por ellas.

 

Autorretrato

Yo soy una señora: tratamiento
arduo de conseguir, en mi caso, y más útil
para alternar con los demás que un título
extendido a mi nombre en cualquier academia.

Así, pues, luzco mi trofeo y repito:
yo soy una señora. Gorda o flaca
según las posiciones de los astros,
los ciclos glandulares
y otros fenómenos que no comprendo.

Rubia, si elijo una peluca rubia.
O morena, según la alternativa.
(En realidad, mi pelo encanece, encanece.)

Soy más o menos fea. Eso depende mucho
de la mano que aplica el maquillaje.

Mi apariencia ha cambiado a lo largo del tiempo
—aunque no tanto como dice Weininger
que cambia la apariencia del genio—. Soy mediocre.
Lo cual, por una parte, me exime de enemigos
y, por la otra, me da la devoción
de algún admirador y la amistad
de esos hombres que hablan por teléfono
y envían largas cartas de felicitación.
Que beben lentamente whisky sobre las rocas
y charlan de política y de literatura.

Amigas… hmmm… a veces, raras veces
y en muy pequeñas dosis.
En general, rehúyo los espejos.
Me dirían lo de siempre: que me visto muy mal
y que hago el ridículo
cuando pretendo coquetear con alguien.

Soy madre de Gabriel: ya usted sabe, ese niño
que un día se erigirá en juez inapelable
y que acaso, además, ejerza de verdugo.
Mientras tanto lo amo.

Escribo. Este poema. Y otros. Y otros.
Hablo desde una cátedra.

Colaboro en revistas de mi especialidad
y un día a la semana publico en un periódico.

Vivo enfrente del Bosque. Pero casi
nunca vuelvo los ojos para mirarlo. Y nunca
atravieso la calle que me separa de él
y paseo y respiro y acaricio
la corteza rugosa de los árboles.

Sé que es obligatorio escuchar música
pero la eludo con frecuencia. Sé
que es bueno ver pintura
pero no voy jamás a las exposiciones
ni al estreno teatral ni al cine-club.

Prefiero estar aquí, como ahora, leyendo
y, si apago la luz, pensando un rato
en musarañas y otros menesteres.

Sufro más bien por hábito, por herencia, por no
diferenciarme más de mis congéneres
que por causas concretas.

Sería feliz si yo supiera cómo.
Es decir, si me hubieran enseñado los gestos,
los parlamentos, las decoraciones.

En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto
es en mí un mecanismo descompuesto
y no lloro en la cámara mortuoria
ni en la ocasión sublime ni frente a la catástrofe.

Lloro cuando se quema el arroz o cuando pierdo
el último recibo del impuesto predial.

Rosario Castellanos, En la Tierra de enmedio

 

Se puede ver la película aquí

Poemas de Rosario Castellanos

Risa en la oscuridad

18/01/2021 Comentarios desactivados en Risa en la oscuridad

Vladimir Nabokov, Risa en la oscuridad, Traducción de Javier Calzada, Anagrama, 2018

Primera edición en ruso: Kamera obskura, Sovremennye Zapiski, 1932
Primera edición en inglés traducida por el autor: Laughter in the Dark, Bobbs-Merrill Company, New York, 1938

 

Érase una vez un hombre llamado Albinus, que vivía en Berlín, Alemania. Era rico, respetable, feliz. Un día abandonó a su mujer por una amante joven; amó; no fue amado; y su vida acabó en un desastre.

 

Una tragedia moderna en la que Nabokov, con su habitual cinismo, nos hace transitar caminos que, aunque conocidos y muchas veces recorridos, conducen siempre hacia el desastre. El patriarcado burgués queda perfectamente retratado en esta novela en la que sus personajes principales son guiados por el egoísmo, la ambición y el deseo, disfrazado con la máscara del amor. Aunque el autor se refiere a su protagonista como alguien que “amó”, en realidad es incapaz de amar. Es un títere en manos de unas determinadas ideas de amor, de seducción, de triunfo, y un esclavo de los deseos construidos culturalmente.

Película «Laughter in the Dark» (1969)

« Leer el resto de esta entrada »

This Is Not a Burial, It’s a Resurrection

17/12/2020 Comentarios desactivados en This Is Not a Burial, It’s a Resurrection

Nako le nako ha ke re lentsoe «tsoelo-pele» leleme la ka lea fofa. Ha ke khone ho e hlatsa.
Cada vez que digo la palabra “progreso”, la lengua se me da la vuelta. No consigo escupirla.

Antígona en Lesoto

En un mundo que camina hacia el abismo, una mujer sola se enfrenta a todos, y a todo aquello que, en nombre de algo que llaman progreso, está a punto de acabar con los últimos vestigios de lo que da sentido a la vida humana trascendiéndola: la comunidad de vivos y muertos que sostiene los lazos entre el pasado y el futuro a través del presente.

Esta película es poesía que nos habla, porque, como decía Maiakovski, la poesía sólo se propone una cosa: decir una verdad que permanecía oculta entre la hojarasca de las obviedades que merca la autoridad competente.

Esto no es un entierro, es una resurrección, porque lo normal en la naturaleza no es la muerte sino la inmortalidad.

Algunas reseñas:

– Ignacio Pablo Rico Guastavino, «… mas los muertos nada saben»

– Olivier Barlet, «Una luchadora en un mundo a la deriva»

– Maties Tugores, «This Is Not a Burial, It’s a Resurrection»

– Nicolás Ried, «El arte profético del presente»

 

Lonesome

04/12/2020 Comentarios desactivados en Lonesome

… una película que había visto solo y de la que salió llorando, nunca había llorado al salir del cine, Soledad, de Paul Fejos, en la que un muchacho y una muchacha se encuentran en medio de una multitud un sábado por la noche en el abarrotado Luna Park de Nueva York, él es obrero, ella, telefonista, se miran, tratan de acercarse, pero la multitud los arrastra, los junta y los separa, y se pierden de vista, y desde entonces se buscan, se buscan en vano por toda la ciudad, más solo que la una cada uno, hasta que una noche mágica y milagrosa coinciden en la puerta de un edificio, el edificio donde ambos viven, el inmenso edificio donde ambos habían vivido siempre, tan cerca y tan lejos.

Juan Bonilla, Prohibido entrar sin pantalones, p. 331

HIJOS DE LA VIDA

1. «EL AMOR SUEÑA CON EL PODER ABSOLUTO»

Dicho de modo esquemático, el largometraje norteamericano Soledad (1928), de Paul Fejos, muestra a UN HOMBRE, a UNA MUJER y LA MULTITUD (the crowd). La ola humana, transportada por empresas especiales de autobuses, acompañada y animada por orquestas de viento, se desplaza en dirección a la máquina de diversión, montada generosamente junto al océano, la feria anual de Coney Island, que existe desde el cambio de siglo.

El reloj marca las doce del mediodía. Nudismo en la playa. Trajes de baño enterizos. La mirada se concentra en fragmentos de brazos, el cuello, el muslo. La película Soledad muestra arena pisoteada. Movimiento de miles de pies hacia el agua, desde el agua. Hasta aquí han llegado el TRABAJADOR y la TELEFONISTA. No saben que viven uno al lado del otro. Pero obedeciendo a criterios azarosos se han reconocido durante el viaje. Él la sigue. El diálogo de la película muestra el PROCESO DE DESARME RECÍPROCO. Este proceso es necesario para el IMPROBABLE LOGRO DE CONSTRUIR INTIMIDAD (Niklas Luhmann). Éste es el núcleo de las novelas y los dramas. Al principio los dos hacen alarde de su origen, de su propio valor. «A las 17hs. tengo una cita en el Ritz», dice Jim, el trabajador. A esto poco puede oponer Mary, la telefonista. EL AMOR SUEÑA CON EL PODER ABSOLUTO (1).

A esto responde el contraefecto de las condiciones reales. Cae la noche. La multitud ha abandonado la playa. Los dos tienen puestos sus trajes de baño enterizos, advierten que tienen mucho frío. Se confiesan sus respectivas profesiones. Pero aún no flota AMOR en el aire, el amor es un programa de mayor categoría. «Let’s have fun», dice Mary, la guardiana de los corderos. Ella piensa que sólo a partir de una relación sexual concreta se puede llegar a decidir qué siente el uno por el otro. Quizás tome forma algo que pueda ser llamado amor. ¿Pero qué sería eso? ¡Algo capaz de soportar cargas!
¡Sólo un observador podría juzgar qué sienten el uno por el otro, cuál de esas sensaciones es consistente y capaz de soportar cargas!

La pareja se dirige a las atracciones. La máquina de diversión de Coney Island poco sabe de precisión. Casi todo es fuerza de empuje. La máquina sirve a la distracción, no al trabajo concentrado en un producto. En este sentido Coney Island, como maquinaria («concentración de distracciones») difícilmente resulte útil en una fábrica, más aún, como mecanismo no causa más que accidentes.

 

2. EL ADIVINO COMO UTOPISTA

Voz del adivino: Hoy mismo conocerá a una mujer de pelo castaño, y permanecerán juntos hasta el final de la vida.

El adivino, un autómata, está hecho de hierro. El corral que forman las mandíbulas se abre y cierra, despide sonidos introducidos por un fonógrafo. Un ojo azul vidrioso se abre y cierra, cabello blanco, arrugas que se fruncen mecánicamente en la frente. SOLEMNIDAD. La sentencia del adivino parece encajar con Mary. Se toman de la mano.

 

3. MONTAÑA RUSA

En la montaña rusa a cada uno le «asignan su ubicación», es decir, los «separan» en carritos distintos. Sus respectivos compañeros en el vagón de dos plazas son tan poco como ellos el uno para el otro. Por señas intentan comunicarse a la distancia. El miedo al abismo. Desde 1902, sucesivas generaciones de ingenieros han dotado a esta montaña rusa de un nuevo efecto cada año. Esto ha doblegado el sopesado equilibrio original del proyecto. A la fecha, el AGOTAMIENTO DE LA MAQUINARIA está al límite. Las ruedas de uno de los carritos que doblan por la empinada curva comienzan a echar chispas, la maquinaria se prende fuego. Una falla de funcionamiento sin que se haya tomado la previsión de detener la intrépida vuelta. Puede morir gente (2).

El director Paul Fejos rodó diferentes largometrajes, pero éste es una joya de la Modernidad. Más tarde vieron la luz en Tailandia y Madagascar documentales etnográficos. Al húngaro le interesaban las personas, la sociología. Aquí, en su obra maestra, describe las horas nocturnas que viven los dos especialistas de la felicidad. La desgracia de la montaña rusa los ha distanciado, tormenta sobre el parque de diversiones. Empapados por la lluvia, regresan por separado a sus departamentos, sus habitáculos de contención. Aunque sus departamentos son vecinos (esto lo ve el espectador), ellos habrían seguido solos de no ser por la música. Un disco con el éxito Always I will love you; ésta era además la canción que ejecutaban las orquestas de viento que acompañaban a los vehículos que los habían transportado a ellos (y a la masa de visitantes) a Coney Island. Los dos tienen un tocadiscos y los dos tienen el disco con la canción. Sienten que se consolarán si la escuchan una vez más. Lo más valioso de las personas, escribe el director Fejos, es el anhelo. Si se lo pudiera juntar como en una cuenta bancaria, habría millonarios de la búsqueda de felicidad.

 

4. UN SUEÑO QUE SE DABA POR PERDIDO / UTILIDAD

Dos robinsones en la ciudad de Nueva York; qué suerte poder defenderme de los millones de la masa en el cuadrado en el que vivo. Si no, no podría decir lo que quiero. Ahora, desde el departamento vecino Mary escucha la canción ALWAYS, vale decir, siempre te amaré, soy alguien resuelto, confiable, y en todo momento, aun cuando tengas sesenta y cuatro años, estaré a tu lado, en fin, solidez, utilidad; ella capta el mensaje que viene de al lado. Con arrojo abre la puerta del departamento vecino y ve a Jim, al que ya daba por perdido.

Así, a pesar de toda amargura, de la objetiva inconveniencia de la maquinaria de diversión, de la inseguridad de ambos protagonistas en todos los asuntos relativos al establecimiento feliz de sus vidas (a pesar de la difícil tarea de transferir a una relación amorosa la extremadamente dinámica habilidad con que Mary maneja los teléfonos y Jim acaricia las herramientas), a pesar de todo eso lograron ejercitar la DIVERSIÓN CONCRETA (3), que duró hasta el lunes por la mañana. Entonces comenzó otra vez el trabajo profesional de 1928. Sin embargo, los dos esperan con ansias furtivas la noche, para seguir probando.

 

5. JIM Y MARY

 

6. EL TRABAJO / EL TRABAJO POR LA FELICIDAD

Es imposible imaginar hoy un trabajo especializado como el de una telefonista en 1928. Velocidad y precisión en el ESTABLECIMIENTO DE LAS COMUNICACIONES habrían provocado la tarde del 20 de julio de 1944 un giro a favor de los rebeldes, si otras fuerzas de la modernidad, por ejemplo los vehículos de la Escuela de Tanques de Potsdam, hubieran exhibido la misma profesionalidad.

COOPERACIÓN ENSAMBLADA (hombre, máquina, grupo, interconectados en el funcionamiento conjunto; la tensión suprema de los nervios se produce allí donde se unen los movimientos): de tal trabajo surge un ser híbrido, invisible como los cortes de la película. Mientras los seres humanos andan impávidos por la vida, refugiándose los fines de semana en su privacidad (esto es, en su estado de cuatrocientos años atrás), ha surgido entre ellos un ser vivo virtual que mira al futuro y pugna por una vida propia. La TEORIA ELEMENTAL INTERSUBJETIVA DEL TRABAJO fue descubierta por primera vez en otoño de 1928 (4).

Tras finalizar un trabajo así, los hombres de 1928 no saben de inmediato cómo relacionarse con la realidad desprovista de aparatos, con sus deseos, con el tiempo no ordenado. Necesitarán días para ajustarse a las MÁQUINAS DE LA VIDA REAL. De éstas deberán sacar enseñanzas, pero sólo podrán hacerlo si son capaces de conservar en sus casas y escondites privados el ritmo invisible de los días de trabajo hasta haber sido reeducados para el proceso de la LIBERTAD. Deben deducir ese compás de la «melodía de trabajo», que ahora, bajo la presión del Viernes Negro, es apenas audible. Eso se aprende de a muchos. Los cursos no sirven; en rigor, eso no se puede «aprender», sino que hay que llevar dentro de sí las ideas de los otros.

Así, después de la fase de agotamiento, uno recibe un préstamo: la conexión al programa radiofónico sabatino de Nueva York. Los HIJOS DE LA VIDA lo conocen: los textos de las canciones melódicas que se refieren a la adquisición de felicidad, a la tristeza provechosa. En 2007 esa zona de Nueva York es un barrio de indigentes. En 1928, un lugar de viviendas codiciadas, de dimensiones pequeñas, acomodadas una al lado de la otra, cajitas de felicidad. Pero a la felicidad se la supone afuera, un viaje de larga distancia. Un siguiente grupo de hombres y mujeres jóvenes se da cita el sábado por la mañana para partir en ómnibus hacia Coney Island. Cualquiera que vea esto intuirá qué es la felicidad. La felicidad se adivina más fácilmente cuando se produce en los otros.

(1) Cari von Clausewitz, De la guerra, capítulo 1.

(2) Muerte por «conciencia necesariamente falsa». Muerte por búsqueda polifónica de diversión.

(3) Relaciones sexuales.

(4) El ergónomo D. Knoche alude a este ser con el concepto de «espiritualiza- ción». Esta se manifestaría en los grandes eventos deportivos cuando en el climax del espectáculo una especie de nube se apodera de los espectadores, nube que no es idéntica a la nube de transpiración exudada que produciría el fenómeno de «algo inolvidable». Esta opinión es refutada por el especialista en ciencias del trabajo Detlevson, que califica de fantasmagórica la visión de Knoche. De hecho, entre 1943 y 1945, ingenieros del Ministerio de Armamento a cargo de Speer observaron repetidas veces «apariciones de espíritus», un repentino, improbable aumento del impulso en el proceso de trabajo, y esas apariciones testimonian a favor del análisis de Knoche. Así, en abril de 1945, inexplicablemente se construyeron 7.800 aviones modelo Strahljäger para los que no había ningún plan de necesidades, ningún material a disposición y tampoco fuerzas de trabajo. Más aún, ni siquiera el lugar de producción se pudo determinar posteriormente. Sin embargo, ahí estaban los vehículos aéreos, aunque resultaban inútiles por falta de tripulación.

 

ALEXANDER KLUGE, 120 historias del cine, Traducción de Nicolás Gelormini, Edición a cargo de Carla Imbrogno, Caja Negra, Buenos Aires, 2010

Nagore

18/10/2020 Comentarios desactivados en Nagore

Un buen ejemplo de lo que es el «cine documental». No es un reportaje ni un documento periodístico. Es cine. Cine de verdad. Helena Taberna sabe hacer cine. Su objetivo no es que veamos lo que ella quiere que veamos. El objetivo del cine es despertar en nosotros emociones que activen nuestro pensamiento crítico.

El debate judicial es una cosa, pero las reflexiones a las que nos lleva esta película son otra. Abogados y jueces buscan establecer fronteras entre lo que es un homicidio y un asesinato, si hay premeditación o no, si existe alevosía, si la intoxicación alcohólica puede ser un atenuante… pero la cuestión es otra. Esta película no juzga al asesino de Nagore. Este película juzga la masculinidad violenta. La masculinidad que impone sus deseos de forma violenta. El resultado puede ser la muerte de la víctima o no. A veces, la muerte no es lo peor que te puede ocurrir.

Helena Taberna no introduce sus opiniones, no hace valoraciones, no explica nada. Las imágenes  de sus tomas y lo que en ellas acontece son las únicas que hablan. En la película hay muchas tomas del juicio contra el torturador y asesino de Nagore. Podemos ver su frialdad y su «arrepentimiento» porque aquel comportamiento suyo tuvo unas consecuencias que nunca se había planteado. El problema es que esto es algo cotidiano. Es la masculinidad violenta para la que las mujeres son piezas de caza. Es la violencia consustancial a la masculinidad en cuanto construcción cultural del patriarcado.

 

Como Fernando Pessoa Salvou Portugal

25/09/2020 Comentarios desactivados en Como Fernando Pessoa Salvou Portugal

Como Fernando Pessoa salvou Portugal (Eugène Green, 2018)

Ora toda gente que serve deve, parece-nos, buscar a agradar a quem serve. Para isso é preciso estudar a quem se serve (…); partindo não do princípio de que os outros pensam como nós, ou devem pensar como nós (…), mas do princípio de que, se queremos servir os outros (para lucrar com isso ou não), nós é que devemos pensar como eles.”
Fernando Pessoa, para a Revista de Comércio e Contabilidade.

En estos días, en los que Eugène Green está siendo expulsado, perseguido, calumniado, insultado, por obrar de acuerdo con su conciencia y con el sentido común, no obedeciendo normas arbitrarias, injustas y perjudiciales para la salud física y mental de la humanidad, algunos nos sentimos obligados a rendirle un homenaje disfrutando de sus películas. Películas, las de Eugène Green, que casi siempre pasan desapercibidas, a pesar de su enorme calidad, lo que viene a demostrar una vez más que Eugène Green es una pesona libre de ataduras, que no se pliega a los convencionalismos ni a las exigencias del mercado ni siquiera a las exigencias de un festival de cine y mucho menos a las normas arbitrarias diseñadas para someter a la población a una obediencia ciega, cual rebaño de ovejas.

En realidad no fue Fernando Pessoa, sino Álvaro de Campos -uno de sus muchos heterónimos-, el autor de la frase que serviría para publicitar la cocacola en Portugal y que nunca llegó a ser utilizada, ya que la famosa bebida refrescante no fue comercializada en Portugal hasta después de la Revolución de los Claveles, precisamente gracias a la frase de marras.

Esta peliculita es una peliculaza. Inácio Araujo, crítico de Folha de S. Paulo, escribió sobre esta película lo siguiente:

En los 26 minutos de Como Fernando Pessoa Salvou Portugal hay más cine que en casi todos los largometrajes que se han visto en los últimos tiempos. Hay más comedia que en mucha comedia. Hay más drama que en mucho drama.

 

 

Primeiro estranha-se, depois entranha-se

Agur Eugène Green

24/09/2020 Comentarios desactivados en Agur Eugène Green

agur… no es una despedida, sino un saludo…

Eugène Green, uno de los mejores directores de cine actuales, fue expulsado del festival de cine de Donostia por ejercer la desobediencia civil a la norma arbitraria que somete a la población al uso de una mordaza o bozal de forma permanente.

Primero fue la Ley mordaza y después vino la ley de las mordazas…

Lo peor de todo es el impresentable artículo publicado en el diario Gara por un individuo de nombre Víctor Esquirol. Este «periodista?» llega a acusar a Eugène Green de «poner en serio peligro» a quienes estaban presentes en la sala de proyecciones. Para este «periodista», que escribe al dictado de la voz de su amo, Eugène Green se ha convertido en un apestado. Es imposible no recordar la novela de Alessandro Manzoni Historia de la columna infame. Cuando leí esta novela, escribí un breve comentario sobre la misma en el que decía: «Manzoni trata de recuperar acontecimientos que no suelen ser considerados como material histórico porque no afectan a los grandes poderes ni a los poderosos. Centra su investigación en un juicio contra pobres gentes que, como siempre, son utilizadas como víctimas propiciatorias con el fin de acallar al pueblo y conseguir la sumisión. Para lograr una sentencia ejemplar, los jueces inventan los crímenes y construyen una realidad paralela que les permita ejercer la venganza, imponer el miedo y asegurar el poder de las instituciones sobre el pueblo». De lo que se les acusaba a qienes finalmente fueron condenados a la pena máxima (la muerte) era de contagiar la peste!!!

Es lo que ahora tratan de hacer con cualquiera que no se someta a los dictados del miedo.

No deja de sorprenderme que en un diario como Gara se publiquen columnas ensalzando la labor de la Ertzaintza como defensores del orden. Desde luego que, como dice el autor de la columna de marras, «aquí se está viendo muy claro quién está a la altura y quién no». Se ha impuesto el pensamiento único de tal forma que ya no es criticado ni por los medios que, como Gara, se suponían críticos con los poderes constituidos y sus normas dictatoriales.

¿Dónde estoy?

Actualmente estás explorando la categoría cine en emak bakia.